Ahora que soy madre parada he descubierto el poder llevar a la Mollete por las mañanas al colegio, he de decir que al principio me hacía ilusión porque me parecía idílico despedirla en la fila de su clase y viendo como entraba por la puerta del colegio. Pero está claro que esto de la maternidad está totalmente alejado de lo que es el término idílico y que algo tan simple se puede ir complicando y lograr que acabe al borde de la locura.
El primer inconveniente para la Mollete, es naturalmente despertarse, porque claro, mi niña es nocturna, vamos, que miedo me da cuando conozca la calle y el botellón, a si que por la mañana pues como que no le gusta, y no quiere despertarse, a si que ahí estoy yo madre sufridora para cantarle al oído, darle besos en las mejillas y demás arrumacos mañaneros....pero nada de nada, Mollete solo gruñe y me da manotazos airados con ambas manos, hasta yo creo que ya aburrida de la situación abre los ojos y parece que resignada toma consciencia que le toca ir al colegio.
Pero lo peor con diferencia es intentar darle el desayuno, ya que me tiro un rato intentando "meterle" el biberón en la boca mientras tenemos a "Bob Esponja" en la tele, y ella venga a decirme que no, y a mi no me queda otra que hacer una especie de "teatrillo" que consiste en hacer como que me voy del salón y ella me llama y me dice "ya está" y yo ya puedo volver a entrar y"le puedo" dar de desayunar.....sin comentarios, vamos, que ya he hecho todas las tonterías posibles para que la niña coma algo!
Luego toca vestirla, que lo hago con el radiador delante de ella porque la "señora" tiene frío y no quiere, yo ya en este punto ya sudo por todos los poros de mi cuerpo, y no precisamente por el radiador delante de mi cara.
Ya solo me queda vestirme, cosa que hago en un plis y asearme un poco y ya con el tiempo pegado le voy diciendo que nos vamos y así le pongo el babi, el abrigo y la mochila...y cuando vamos a salir por la puerta...ohhhhhh....quiere hacer pipí, a si que media vuelta y a quitarle todo lo que le acababa de poner y al w.c corriendo!!
A si volvemos a hacer otro intento de salir por la puerta de casa y llegar al coche, y esperar mientras ella se intenta sentar en su silla y luego ir llorando camino del cole por algún motivo que nunca me queda claro porque no la entiendo cuando me habla y sin parar llegamos al cole, buscamos aparcamiento y corriendo la dejo en la fila....noooooo!!no se quiere poner en la fila!! a si que la convenzo diciendo que le doy la mano y la acompaño hasta la puerta como dos hermanas siamesas hasta que consigo meterla en el colegio y salir corriendo sin mirar atrás!!
Y así, con la tensión arterial por la nubes y con las tripas sonando porque no me ha dado tiempo ni a tomarme un café puedo empezar el día con alegría!!!!vivan las mañanas de colegio!!
Y como no tenemos bastante, el pater me ha convencido para irnos el puente de carnavales a Granada para que la niña vea la nieve, y yo que estoy muy loca me he dejado convencer, eso si, no se como se nos puede dar el viaje, yo ya me veo volviendo el doble de cansada que cuando salí por la puerta de casa. Pero eso ya os lo contaré a la vuelta.......
Amiga bloguera, estoy totalmente de acuerdo contigo, me llamo Ana y mi hija Anita me hace lo mismo todos los días, estoy agotada, cansada, estenuada de que me monte el numerito en la puerta del cole, paso vergüenza porque todas las madres se me quedan mirando y yo no sé donde meterme. En fin veo que no soy yo sólo la única.Un abrazo.
ResponderEliminarYo me aplico grandes dosis de paciencia, que para esto de la maternidad vale mucho y pensar que con suerte dentro de poco será más autónoma y no tendré que sufrir tanto por las mañanas....de ilusiones se vive!jijij
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