Uno de los momentos más divertidos del día de la vida de una madre es la del baño de los retoños. Desde pequeñitos nos dicen que hay que bañarlos, que es algo bueno para asentar rutinas, que les relaja, ect...a si que bueno, yo que soy muy "cumplida" pues me lancé a bañar a la Mollete todos los días y cumplir con la rutina.
El tema es que a la Mollete desde que era un bebé el momento del baño no la relajaba, sino todo lo contrario, la ponía a mil, a si que imaginar mi cara cuando el efecto conseguido sobre la Mollete era el contrario al fin perseguido, a si que nada, Mollete recién salida del baños como loca y a mil por hora.
Naturalmente se lo comenté a mi madre, que es una madre experta, y no me creyó nunca, porque el baño relaja "de toda la vida, y la niña no va a ser distinta al resto de niños", pues yo sinceramente yo creo que lo es porque relajarla como que no.
También creo que es difícil relajarse cuando el baño se lo tienes que dar en agua tibia, porque aunque os resulte increíble a la Mollete le ponías el agua calentita y lloraba, a ella le gustaba fresquita, ella es así.
Han pasado unos pocos años y la Mollete sigue igual con el tema del baño, solo ha cambiado que ahora se tiene meter en el agua con mis cacharros que se ponen como grasientos con el agua y el jabón y que en cuanto me descuido me vacía los botes de champú y de gel de baño, pero está igual en gustarle el agua templada tanto en verano como en invierno y en ponerse como una moto en la bañera a si que relajación nada de nada, sino todo lo contrario.
Eso sí algo he conseguido, ya que mi madre por fin reconoce que a la niña el baño no le relaja sino todo lo contrario, menos mal que solo me ha costado que me de la razón tres añitos!!
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